
En el marco del Día Mundial sin Tabaco, la Región Metropolitana de Salud ha realizado una serie de actividades alusivas a la fecha, haciendo el énfasis en concienciar sobre los efectos nocivos del tabaquismo en la población joven y adulta.
A través del Centro de Salud de Paraíso con el grupo Caza Humo de la Escuela Omar Torrijos Herrera, se presentó diversos dramas sociales en los cuales el mensaje central fue el no fumar, que no es una moda cool y los efectos nocivos que causa el consumo del cigarrillo y sus derivados entre los niños y adolescentes.
Ricardo Torres Castillo director regional dijo que “la Escuela Omar Torrijos es una escuela promotora de salud a nivel regional y estamos llevando una actividad muy significativa con esta población vulnerable, que son los niños con relación al no fumar y tener una vida saludable”.
“A nivel nacional se encuentran estadísticas más tempranas con reportes de niños de 5 años, que ya están fumando y es por ello el compromiso que tiene el Ministerio de Salud (Minsa) en aras de velar por la población más joven”.
Es un trabajo de docencia, educación y de sensibilización al conmemorarse este día, que la gente le pierda el atractivo a este producto que no trae beneficio a la salud panameña, puntualizó.
Entre algunas de las afectaciones a la salud están cáncer de pulmón, cáncer de vejiga, problemas a nivel de la cavidad oral, mal aliento, problemas de las encías y detrimento de la salud pulmonar.
Mientras que, en la Universidad Latina de Panamá el equipo de Promoción de la Salud regional llevó a cabo docencia a los estudiantes universitarios y presentó las consecuencias que causa el uso de vaper, con el desenlace fatal de consumir productos del tabaco y sus derivados.
En la actividad los universitarios recibieron docencia en los efectos del cigarrillo electrofónico y/o vaper, en la cual expresaron sus opiniones y contaron experiencias de personas conocidas, allegados a sus familias y como en la actualidad afecta su desarrollo físico, mental y laboral.
El Día Mundial sin Tabaco se conmemora cada 31 de mayo y se invita a la población reflexionar sobre los efectos dañinos a la salud de los fumadores activos y a los pasivos desde los niños hasta los adultos.