El Ministerio de Salud, apoyado por los estamentos de seguridad y otras instituciones, mantiene un estricto control en las principales áreas de transito de la frontera entre Costa Rica y Panamá, para detectar casos positivos de COVID-19 y evitar que los mismos ingresen a territorio panameño.
La directora médica del MINSA en la provincia de Chiriquí, Gladys Novoa, indicó que las personas procedentes de Costa Rica u otro país de Centroamérica, deben haberse realizado una prueba (hisopado) en las 48 horas anteriores o más reciente y solo si fue el resultado fue negativo podrá ingresar a territorio panameño.
“Comprendemos la situación de comunidades fronterizas, en las que históricamente panameños y costarricenses han interactuado social y económicamente, pero ante el riesgo que representa el COVID-19, debemos ser estrictos en cuanto al control epidemiológico y la aplicación de las medidas de bioseguridad establecidas”, expresó Novoa.