
En el marco de la celebración de Día de la Prevención de la Obesidad, salubristas, nutricionistas y educadores del Ministerio de Salud, estudian las estrategias públicas destinadas a disminuir la incidencia de esta enfermedad, en la población.
La jefa de nutrición de la Región de Salud de Chiriquí, Milvia Samaniego, destacó la importancia de fortalecer la educación y concienciación de la población, sobre la necesidad de alimentarse adecuadamente y realizar ejercicios físicos para prevenir la obesidad y el sobrepeso.
“La obesidad no es un asunto de gusto o estética; es una enfermedad que merma la calidad de vida de las personas y les hace más propensas a sufrir diabetes, hipertensión, dislipidemias y otras patologías que pueden provocar insuficiencias cardiacas, daños renales y otras complicaciones”, manifestó Samaniego.
La Encuesta Nacional de Salud de Panamá (2019) determinó que el 36 % de la población panameña era obesa, el 35 % tenía sobrepeso y un 2 % bajo peso; y que solo el 26 % mantenía un peso saludable.
Samaniego reiteró que la obesidad y el sedentarismo aumentan el riesgo de padecer enfermedades y merman la calidad de vida de las personas, de todos los segmentos de la población; situación que requiere cambios en estilos de vida de los panameños.
“La obesidad y sus consecuencias es un problema de salud pública que debe enfrentarse desde el sistema educativo, desde las instituciones de salud pública; pero principalmente desde el hogar e individualmente”, expresó la funcionaria.
Al nivel mundial, incluso en Panamá, la prevalencia de la obesidad y sus secuelas aumentan progresivamente; por lo que es necesario que la sociedad tome conciencia de la necesidad de alimentarse sanamente, consumiendo agua y frutas en lugar de bebidas cargadas de azúcar y sabores artificiales, consumir carnes y vegetales frescos y evitar las grasas saturadas, el sodio y los alimentos ultra procesados.